Mi opinión sobre la película-documental: La Educación Prohibida

Ver la película-documental “La Educación Prohibida” me respondió todas las preguntas que tenía y que me hago siempre que entro a una escuela y vuelvo a confirmar que el sistema no está funcionando.

Entendí por qué me encuentro cada vez con más estudiantes aburridos en aula, cansados, desmotivados y que no quieren ir a la universidad porque la escuela le apaga el deseo de aprender.

Entendí cuáles son las intenciones que hay detrás de un sistema que no escucha a sus alumnos y que solo obedece a un currículum que no está diseñado para enseñar a vivir y a aprender viviendo; que promueve valores en palabras como el trabajo en equipo pero modela lo contrario con acciones, porque se enfoca en enseñar a los estudiantes a competir por calificaciones y a ser contrincantes.

La Educación Prohibida te confirma cómo el adultocentrismo, como sistema de discriminación, se fabrica en la escuela y construye una sociedad infantilizada que siempre necesitará que le digan si vale o no según lo que hace, no según lo que es; que siempre necesitará que alguien le indique qué hacer con su vida; que se le hará muy dificil reconocer su diferencia y definir su identidad porque la escuela lo único que le enseñó fue a obedecer, a clonarse, a memorizar y a repetir conceptos para aprobar.

Una de las riquezas de la película es escuchar expertos en el tema educativo, que viven y habitan en las aulas no en las oficinas de centros educativos de diferentes partes del mundo, hablando de lo que hace falta para que la escuela deje de ser un espacio de encarcelamiento del pensamiento y convertirse en un punto de encuentro para crecer y expresar nuestras diferencias, para aprender y tener la oportunidad de elegir qué aprender desde nuestra diferencia humana, sin que nadie intente desviar ese camino a su gusto para clonarnos, sin que haya una autoridad que nos ampute la felicidad y la curiosidad por descubrir las respuestas, sin que haya una calificación ni una competencia que nos quiera encasillar en parámetros que no definen nuestras capacidades.

La Educación Prohibida revela la importancia de la familia como ente fundamental de la educación y como formadora natural del pensamiento y la construcción de humanos que quieran aprender viviendo y cuestionando el mundo en el que habitan. Revela la importancia de devolverle a la familia la seguridad de saber lo que necesitan sus hijos y de desconectarse de las presiones que produce adultos cansados y desarmados emocionalmente porque están obedeciendo a ese mismo sistema que los educó para producir dinero y exprimir la vida.

La Educación Prohibida debe ser parte del entrenamiento de cada docente que decida dedicarse a formar humanos, para que entiendan que su rol no es sacar lo mejor de los estudiantes como si fueran naranjas que se exprimen; que su rol es acompañar a cada estudiante para que florezca a su ritmo y aporte su diferencia como parte de un aprendizaje en el que todos somos importantes.

La Educación Prohibida debería ser un material obligatorio para las Secretarías de Educación de los países y sus integrantes. Debería ser un espacio de discusión en las familias, para que puedan entender que no se necesitan expertos para educar niños, niñas y adolescentes, que lo que se necesita son humanos dispuestos a escuchar para entender, que sepan guiar un aprendizaje desde el amor y la empatía, aprendiendo con cada alumno, entendiendo que cuando los acompañamos sin imposiciones, sus voces siempre traen nuevas preguntas y respuestas que terminan siendo los grandes aprendizajes de cada día.

Película completa:

Me alegra el alma que esté disponible en Youtube para que el mundo se entere de lo que nos quieren ocultar para seguir adoctrinando vidas y programando hegemonías de pensamiento desde una institución que debería incentivar libertades.

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