Un lunes muy caluroso en la tarde entraba a uno de los centros escolares de la ciudad y me dirigía al escenario a esperar que terminen de instalar el sonido para la conferencia que me disponía a desarrollar.
Caminando entre los adolescentes que estaban sentados, los miraba y los saludaba con una sonrisa, y me sorprendió ver un grupo de ellos que me respondieron con una mirada morbosa y me silbaron en tono sexual, porque sabían que yo era la conferencista que fue a hablarles de educación sexual.
Cuando subí al escenario, me dispuse nivelar ese morbo, diluirlo y lograr que vieran a la educadora, no a la mujer.
Como mujer me sentí agredida, porque no estaba «provocando», ni con mi vestimenta, ni con mi comportamiento, y porque mi trabajo es justamente revertir ese morbo que abunda y molesta.
Como madre me dio pena ver que chicos que pueden ser mis hijos me estaban viendo como un objeto sexual, porque es lo que han aprendido, porque revelan que han estado solos en un tema que necesita acompañamiento, porque vivimos en una sociedad machista, en la que hay que educar muy bien a los varones para que aprendan a ser hombres, no máquinas sexuales.
Durante la conferencia
Cuando desarrollé y nivelé el tema de la pornografía, ellos fueron los que más atentos estuvieron, y los que más callados estaban, lo que me confirmó que lo que los ha “educado sexualmente” es eso, que la música, youtube y los contenidos eróticos que abundan en internet se han encargado de formar esa personalidad sexual distorsionada y tóxica que daña la sexualidad de cualquier humano, porque lo convierte en un animal sexual, sin sensibilidad ni ética hacia los demás y hacia sí mismo.
Lo que más me gustó fue que al final de la conferencia se me acercaron y me dieron las gracias, porque les gustó y porque aprendieron. Me encantó ver que me trataron de “usted” y que su mirada era de respeto, lo que me confirmó que la información bien dirigida transforma positivamente.
Esa noche dormí feliz, porque no hay satisfacción más grande que hacer lo que amas y confirmar que estás dejando una huella positiva en los demás.
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